
Tras los descensos generalizados al principio de la pandemia, seguida de una fuerte reactivación económica y una rápida recuperación de los principales índices durante el año 2021, la situación en 2022 se ha tornado compleja para tomar decisiones de inversión.
En la actualidad, nos encontramos con problemas geopolíticos, ocasionados por el conflicto entre Rusia y Ucrania, que se han unido a otras dificultades económicas derivadas, principalmente, de la inflación. Esta combinación de elementos está causando turbulencias en los mercados, tanto en los de renta fija (bonos), como en los de renta variable (acciones).
En el caso de los bonos, se puede tomar como ejemplo la corrección del índice Nasdaq 100, en el que se integran las 100 empresas tecnológicas más importantes del mercado americano. El cual, durante el 2022, encadena descensos acumulados superiores al 25%.
Mientras que, como ejemplo de la renta fija, se puede utilizar el bono americano de siete a diez años que, desde los máximos en 2020, acumula descensos superiores al 17%, con caídas más pronunciadas durante este año 2022.

Pese a estos datos de rentabilidad tan desfavorables, hallamos alguna salvedad en los mercados, tanto de renta fija como de renta variable.
- En el caso de la renta variable existen singularidades sobre todo en empresas y ETFs ligados a las materias primas. Como ejemplos figuran el ETF Invesco DB Commodity Index Tracking Fund (uno de los mejores ETF para 2022) y empresas como la petrolera americana ExxonMobil, o la española productora de celulosa Ence. En todos los casos con rentabilidades superiores al 30% para este año.
- Dentro de la renta fija, encontramos un buen rendimiento en la categoría de bonos cubiertos, generalmente, emitidos por financieras que cuentan con el respaldo de préstamos hipotecarios de buena calidad. Como el fondo de inversión Nordea-1 European Covered Bond Opportunities que, con una volatilidad bastante contenida, consigue sortear las pérdidas y presenta una revalorización del 1,5% durante este ejercicio.
Como se puede apreciar, a pesar de la coyuntura incierta que atraviesa el 2022 y una inflación tan elevada, con una cartera bien diversificada podría amortiguar los efectos de un mercado bajista.
¿Qué vehículos de inversión podemos encontrar en este 2022?
1.- Productos negociables en bolsa (ETP)
Se trata de un tipo inversión alternativa en la que los inversores, personas na
Los productos negociables en bolsa o ETPs son instrumentos de inversión que replican el movimiento de activos financieros como un conjunto de acciones, índices, divisas o materias primas. También, engloban a los fondos de inversión cotizados o ETF.
El patrimonio mundial en productos ETF y ETP alcanzó un récord de 10,7 billones de dólares en 2021. El incremento del 28,5% anotado en el año 2021, respecto a 2020, demuestra la dinámica que ha registrado este vehículo a lo largo del año, según cifras de ETFGI (firma de consultoría e investigación independiente).

Dentro de los ETP, encontramos a los ETF que han aumentado su abanico de oferta y son cada vez más accesibles. En la siguiente gráfica se visualiza el número de ETF negociados en Estados Unidos hasta 2021 inclusive, donde se ve claramente cómo su oferta aumenta cada año. Debido a los motivos expuestos, los ETF son cada vez más utilizados por los inversores en su estrategia de inversión.

Entre los ETF más novedosos para invertir, se destacan los relacionados con el metaverso y el blockchain, donde el catálogo cada vez empieza a ser más amplio. Como ejemplos resaltan Roundhill Ball Metaverse ETF (metaverso) o Invesco CoinShares Global Blockchain UCITS ETF Acc (blockchain).
La pregunta ahora es: ¿cómo adquirir un ETF? A través de un intermediario financiero. Para escoger uno es necesario tener en cuenta los costes administrativos impuestos por este, tanto en la compra como en la venta.
2.- Inversión en REIT
Dentro del mundo de las inversiones alternativas, que se definen como aquellas inversiones que están en cierto modo descorrelacionadas de los mercados tradicionales, contamos con los REIT (Real Estate Investment Trust).
Los REIT son sociedades de inversión inmobiliarias, que invierten en diferentes activos de este sector y posteriormente arriendan. En este caso los flujos de dinero generados por estas sociedades provienen de los bienes inmuebles arrendados.
Lo bueno de este tipo de empresas es que permiten acceder al mercado inmobiliario sin necesidad de arriesgar un gran capital y, por norma general, generan liquidez inmediata en el caso de necesitarla.
Existen diferentes tipos de REIT y cada uno de ellos se especializa en un determinado segmento dentro del sector inmobiliario. Por ejemplo, hay SOCIMI (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria) que están especializas solo en alquiler de oficinas o en el alquiler de plazas de garajes.
Es posible acceder a este tipo de inversión a través de empresas cotizadas o mediante fondos de inversión que invierten en este tipo de empresas.
Se trata de un tipo inversión alternativa en la que los inversores adquieren una participación en un fondo y confían sus recursos a una sociedad administradora que gestiona los mismos profesionalmente.
Si desea más información sobre las posibilidades de inversión inmobiliaria, puede leer nuestro artículo sobre ¿Cómo invertir en real estate?
3.- Bonos verdes
Las iniciativas gubernamentales y privadas, por impulsar los proyectos medioambientales, han dado pie a los bonos verdes. Estos son instrumentos para financiar planes relacionados con las energías limpias, la adaptación al cambio climático, la conservación de los recursos hídricos o una movilidad más sostenible.
De acuerdo con el informe Global Outlook 2022: Bullish – Selectively, de BNP Paribas, la emisión de bonos verdes puede crecer un 60% globalmente gracias al enfoque en sostenibilidad y a los criterios ESG que se adoptarán de forma más decidida durante este año.
Según cifras divulgadas por Statista, el principal país emisor de este tipo de bonos en el mundo es Estados Unidos, donde se emitieron bonos verdes por un valor de 37.590 millones de dólares, seguido por Alemania y Francia. Las mayores asignaciones de capital del dinero captado por estos fueron destinadas, principalmente, a energía limpias y proyectos de construcciones sostenibles
Para poder acceder a estas emisiones de bonos de manera más diversificada se deberá hacer a través de vehículos de inversión como los fondos o los ETF. Durante este año, el rendimiento de estas inversiones ha sido bastante negativo, por lo que invertir en ellos invita a la cautela y un enfoque de largo plazo.
4.- Mercado de acciones
Como se mencionó anteriormente, tras las fuertes caídas de marzo de 2020, los principales mercados se recuperaron de manera rápida y lograron superar los niveles pre-Covid sin ningún tipo de dificultad. Sin embargo, el 2022 amenazaba con traer sorpresas, sobre todo en Europa y Estados Unidos.
Los mensajes de los bancos centrales habían comenzado a cambiar y la inflación, que hasta hacía unos meses sería “transitoria”, según palabras de la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo, ya empezaba a ser un problema.
Con ese cambio de mensaje, las dos instituciones dejaron claro que iban a actuar para paliar la inflación con medidas específicas, como la subida de tipos de interés y la paralización de programas de compra de bonos. Estas decisiones vislumbran que las turbulencias en el año 2022 comenzaban a verse como un hecho probable.
En febrero de este año, Rusia toma la decisión de invadir Ucrania y esto complica aún más las cosas, ya que Rusia es uno de los mayores productores de recursos naturales del mundo y Ucrania uno de los grandes productores agrícolas a nivel global.
Esto ha provocado que algunas materias primas, que ya estaban con un precio excesivo, suban aún más y que peligre el crecimiento económico mundial, por lo menos para este ejercicio.
Pese a que se estén produciendo caídas en los principales mercados, ya se empiezan a percibir oportunidades de inversión en determinados nichos de mercado, como es el caso de la seguridad digital.
5.- Criptoactivos
Cada vez más adoptadas en el mundo, las criptomonedas vivieron en 2021 uno de sus mejores años, no solo en su revalorización sino también en el gran impacto mediático que han tenido a nivel mundial.
De hecho, los criptoactivos pasaron a ser parte del portafolio de muchos inversores globales que optan, cada vez más, por segmentos que mueven millones de dólares, como el de los tokens no fungibles (NTF), que se ganaron un espacio en la industria de la música y del arte.
Pese a que está claro que las monedas digitales son el futuro, existen muchas interrogantes, sobre todo las relacionadas con la legislación. Además, se debe tener en cuenta que, pese a que las criptomonedas estén abaladas por grandes proyectos, no deja de ser un mercado especulativo.