- En este artículo, se explica cómo Chile está atravesando una etapa de transformación en su industria de gestión de activos según la visión del experto Jorge Meyer, director de Inversiones Security, en el III Informe Anual del Sector de la Securitización de Activos
- La información está dirigida a gestores de activos e inversores que quieran conocer cómo evoluciona una de las economías más importantes de América Latina.
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La industria de gestión de activos en Chile, una de las economías más importantes de América Latina, está experimentando una transformación estructural, impulsada por un entorno más desafiante y por un cliente significativamente más sofisticado.
Tanto los inversores minoristas como los institucionales han elevado sus estándares, exigiendo soluciones más diversificadas, eficientes en términos de costos y alineadas con criterios de sostenibilidad.
¿Cómo es el inversor chileno?
De acuerdo con Jorge Meyer, el inversor chileno actual destaca por un mayor conocimiento financiero y una comprensión más profunda del entorno económico, lo que ha generado un cambio relevante en la composición de las carteras.
“Por un lado, los inversionistas retail han pasado de una asignación concentrada en instrumentos tradicionales, particularmente en renta fija local, a estrategias más diversificadas en términos de clases de activos, geografías y factores de riesgo”, mencionó el ejecutivo.
“Por su parte, los inversionistas de alto patrimonio han aumentado su exposición a fondos semilíquidos, que permiten acceder a activos privados o alternativos, principalmente en estrategias de private equity y deuda privada. A diferencia de los fondos abiertos tradicionales, que permiten rescates diarios, los fondos semilíquidos contemplan ventanas de liquidez específicas, por ejemplo, trimestrales o semestrales y con ciertos límites de disponibilidad”, añadió en el informe.
En tanto, según el análisis de Meyer, los fondos de inversión no rescatables han ganado protagonismo como vehículos que permiten empaquetar estrategias sofisticadas antes reservadas a grandes institucionales en formatos más accesibles para clientes de alto patrimonio.
“Aunque son estructuras ilíquidas, entregan exposición a retornos no correlacionados con los mercados públicos y se perciben como herramientas clave para alcanzar una mejor relación riesgo-retorno”, aclaró.
Estrategias de gestión de activos en tiempos de cambios
Frente a un contexto global con mayor incertidumbre, tasas de interés más volátiles y menores retornos esperados en activos tradicionales, los actores del mercado financiero de Chile han intensificado su asignación hacia activos alternativos, principalmente, a través de fondos cerrados o ilíquidos.
Para Meyer, los riesgos geopolíticos han adquirido una mayor relevancia en la toma de decisiones de inversión. La creciente fragmentación del orden global, los conflictos en regiones estratégicas como Europa del Este y Medio Oriente, y el resurgimiento de tensiones comerciales entre grandes potencias han generado mayor volatilidad en los mercados financieros.
“Estos factores han reforzado la necesidad de construir portafolios resilientes, con mayor diversificación global y exposición a activos alternativos que puedan actuar como amortiguadores ante eventos de riesgo sistémico. La gestión activa del riesgo geopolítico, hoy más que nunca, se posiciona como una competencia crítica para los gestores de activos”, indicó.
En este marco, estrategias de private equity, deuda privada y real estate han ganado tracción dentro de sus portafolios.
La importancia de las inversiones sostenibles
Al mismo tiempo, ha cobrado fuerza el interés por integrar criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza).
Y Chile, como líder regional en energías renovables, está bien posicionado para capitalizar la creciente presión por parte de reguladores, sociedad civil y clientes institucionales por incorporar la sostenibilidad como eje central en los procesos de inversión.
Aunque la adopción de estrategias ASG en Chile aún es heterogénea, el interés por productos con impacto social o medioambiental positivo continúa creciendo.
“Los inversionistas institucionales están liderando esta transición, conscientes de que la sostenibilidad no solo mejora la reputación, sino que también puede ofrecer retornos competitivos ajustados por riesgo en el largo plazo”, relató Meyer.
“En paralelo, ha aumentado el número de gestores y asesores que incorporan marcos de evaluación ASG, reportes de impacto y métricas de sostenibilidad en sus procesos de toma de decisiones. Si bien los productos etiquetados como verdes o sociales aún representan una fracción menor del total de activos administrados, su crecimiento ha sido significativo, sentando bases sólidas para que esta tendencia continúe profundizándose”, agregó.
En resumen, el especialista destacó que, en su conjunto, el mercado chileno de gestión de activos refleja un ecosistema en proceso de maduración.
La sofisticación del cliente, la búsqueda de una diversificación real y la integración progresiva de activos alternativos y criterios de sostenibilidad están redefiniendo las reglas del juego para gestores, distribuidores y asesores patrimoniales.
“La combinación de un mercado financiero cada vez más profundo, una base de inversionistas sofisticada y un compromiso creciente con la sostenibilidad posiciona al país como un referente regional en innovación financiera”, finalizó.
Recuerde que, para profundizar sobre la industria de la gestión de activos en América Latina, puede descargar el III Informe Anual del Sector de la Securitización de Activos 2025-2026, elaborado por FlexFunds en colaboración con Funds Society, en el que se brindan estadísticas referentes a las tendencias en la industria del asset management.


